Descubre la fascinante historia de la inteligencia artificial. Desde el sueño de Alan Turing y el Test de Turing hasta los «inviernos» de la IA y el boom actual. Entiende el verdadero origen de la IA.

Hola, soy Goslen Burgos, y quiero darte la bienvenida a este rincón donde vamos a desentrañar los misterios de la tecnología, no con ecuaciones complejas, sino con historias. Y hoy empezamos por el principio de todo.
Seguramente has usado la Inteligencia Artificial (IA) hoy. Quizás al desbloquear tu teléfono con el rostro, al recibir una recomendación de una serie en Netflix, o al pedirle a un asistente de voz que ponga tu canción favorita. Parece magia, algo que simplemente «apareció» en nuestras vidas.
Pero déjame contarte un secreto: la IA no es una invención de la última década. Es un sueño muy, muy antiguo. Su historia no se parece a una línea recta y ascendente, sino más bien a la construcción de una gran catedral a lo largo de generaciones. Hubo arquitectos con visiones grandiosas, artesanos que pusieron ladrillos en silencio, épocas de abandono donde las obras se detuvieron, y momentos de inspiración que aceleraron todo de nuevo.
Acompáñame en este breve recorrido por esa construcción.
El Origen: Alan Turing y la Pregunta «¿Pueden Pensar las Máquinas?»
El Test de Turing: El Plano Original de la IA
Mucho antes de las computadoras, la humanidad ya soñaba con autómatas y seres artificiales. Pero el verdadero plano de nuestra catedral lo dibujó un hombre llamado Alan Turing en 1950.
Imagina a Turing, un genio matemático británico que ayudó a descifrar los códigos nazis en la Segunda Guerra Mundial, sentado en su estudio. No estaba pensando en chips ni en aplicaciones, sino en una pregunta filosófica profunda: «¿Pueden las máquinas pensar?».
Para responderla, ideó un experimento mental que hoy llamamos el «Test de Turing». La idea es simple: si una persona conversa por escrito con una máquina y con un humano, y no puede distinguir cuál es cuál, ¿no deberíamos considerar que la máquina es, en cierto modo, «inteligente»?
Turing no construyó una IA, pero nos dio el plano. Nos dio la pregunta fundamental que ha impulsado todo el campo desde entonces. Fue el arquitecto que dibujó una visión en un pergamino.
El Bautizo Oficial de la «Inteligencia Artificial» en Dartmouth (La Primera Piedra, 1956)
Los Primeros Programas de IA y una Era de Optimismo
Ahora, viajemos a un caluroso verano de 1956 en el campus de Dartmouth College, en Estados Unidos. Un grupo de jóvenes y brillantes científicos se reunió durante semanas con un objetivo audaz: crear máquinas que pudieran usar el lenguaje, formar conceptos y, en esencia, pensar.
Fue en la propuesta para este taller donde, por primera vez, se acuñó el término: «Inteligencia Artificial».
Piensa en esto como la ceremonia de la primera piedra. Estos pioneros, como John McCarthy y Marvin Minsky, estaban llenos de un optimismo contagioso. Creían que en una sola generación podrían resolver los mayores misterios de la inteligencia. Construyeron los primeros programas que podían jugar a las damas o resolver problemas de lógica. Parecía que los muros de la catedral se levantarían en pocos años.
El Primer Invierno de la IA: Cuando las Promesas Superaron la Realidad (La Obra se Detiene, 1974-1980)
¿Por qué se detuvo la financiación en la investigación de IA?
Pero construir una catedral es más difícil de lo que parece. Las promesas de los años 60 fueron demasiado grandes y la tecnología, demasiado débil. Las computadoras de la época eran como herramientas de mano intentando levantar bloques de granito de varias toneladas.
Los gobiernos y las instituciones, que habían invertido mucho dinero, se impacientaron. «¿Dónde están esas máquinas pensantes que nos prometieron?». El financiamiento se evaporó y la investigación se desaceleró drásticamente.
Este periodo se conoce como el «Primer Invierno de la IA». Fue una época de desilusión. La obra de la catedral se detuvo, cubierta de polvo, y muchos pensaron que el sueño de Turing había sido solo eso, un sueño.
El Renacimiento: Redes Neuronales y la Evolución Silenciosa de la IA (Los Artesanos Vuelven al Trabajo, 1990-2010)
El Papel Clave de las GPUs y la Explosión del Big Data
Mientras el mundo miraba hacia otro lado, pequeños grupos de investigadores, los artesanos pacientes de nuestra historia, siguieron trabajando en silencio. En lugar de intentar crear una «mente» completa, se centraron en un problema más específico: ¿cómo puede una máquina aprender de la experiencia, como lo hace un niño?
Aquí es donde renació la idea de las redes neuronales, modelos inspirados vagamente en el funcionamiento del cerebro humano. Durante décadas, estas ideas fueron consideradas marginales. Pero dos cosas cambiaron el juego por completo:
- El poder de cómputo: Las computadoras se volvieron exponencialmente más potentes (en gran parte gracias a las tarjetas gráficas o GPUs, diseñadas para los videojuegos). De repente, nuestros artesanos tenían grúas y maquinaria pesada en lugar de martillos.
- La explosión de datos: La llegada de internet generó una cantidad inimaginable de información (texto, imágenes, videos). Era el material de construcción perfecto, disponible en abundancia.
La Era Actual del Deep Learning: La IA que Conoces y Usas Hoy (2012 – Hoy)
De AlexNet en 2012 a los Modelos como ChatGPT
El año 2012 fue el momento del «Big Bang». Un modelo de red neuronal llamado AlexNet logró identificar imágenes con una precisión nunca antes vista. De repente, el mundo se dio cuenta de que las viejas ideas de los artesanos, combinadas con las nuevas herramientas y materiales, funcionaban. Y funcionaban espectacularmente bien.
Desde entonces, la construcción ha ido a una velocidad vertiginosa. Ese mismo principio de «aprender de los datos» es el corazón de la IA que conoces hoy:
- Reconoce tu cara porque ha visto millones de caras.
- Traduce idiomas porque ha leído casi todo el texto bilingüe de internet.
- Y sí, genera conversaciones coherentes (como ChatGPT) porque ha procesado una biblioteca más grande de lo que cualquier humano podría leer en mil vidas.
Conclusión: La IA es una Historia de Perseverancia Humana
¿Cuál es la moraleja de esta historia?
La Inteligencia Artificial no es una fuerza alienígena que aterrizó en nuestras vidas. Es el resultado de casi un siglo de ambición humana, de prueba y error, de inviernos de duda y veranos de euforia. Es una historia de personas que se atrevieron a hacer una de las preguntas más audaces: ¿podemos replicar nuestra propia chispa?
Ahora que conocemos el largo camino que nos trajo hasta aquí, estamos listos para explorar las salas de esta catedral casi terminada. En nuestros próximos artículos, veremos qué hay en ellas, cómo funcionan sus mecanismos y qué significan para nuestro futuro.
Gracias por acompañarme en este primer paso.

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